Solo puede estar en paz consigo mismo DEBIDO a sus problemas.
Nadie existe sin problemas. Incluso en ausencia de desafíos externos, conflictos o circunstancias desafortunadas, estamos sujetos a desafíos emocionales. Ellos están allí ahora, han sido siempre y siempre lo serán. En verdad, esto es una bendición.
Aceptar esto es el primer paso hacia la paz. El siguiente paso es darse cuenta de que la forma en que esos problemas te afectan debe ser lo más importante en tus pensamientos. Su estructura mental, o mentalidad, es suya para crear, influenciar y ajustar. Para la paz o el bienestar, debes ser dueño de esto por completo. Solo entonces tus problemas pueden ser tu motivación para el crecimiento. El crecimiento es uno de los fundamentos de la paz. Entonces, para dar la vuelta, sin problemas no hay paz.
La siguiente pregunta es, ¿practicarás ver tus luchas como tu camino hacia la paz? No es fácil ni rápido, pero vale la pena.