¿Qué es más importante, los problemas de las mujeres o el etiquetado de OGM? ¿Por qué?

Como regla empírica muy, muy general en términos éticos: las plantas importan menos que las personas. Porque las plantas no pueden pensar, tal como lo entendemos, ni sentir el sufrimiento tal como lo entendemos. Etiquetar los OGM es importante para un pequeño grupo de personas, pero comer OGM no les causará daño de ninguna manera discernible. Las plantas modificadas no son dañadas de manera sustancial, aunque algunas pueden tener preocupaciones éticas sobre ellas.

Las mujeres, por otro lado, son personas con la capacidad de sufrir. Los problemas de las mujeres son problemas reales que causan daños reales, tangibles y personales.
Evitar que las mujeres sufran es el palo ético más grande, por así decirlo.