Solo un paciente con el que no se puede razonar (psicótico o delirante, por ejemplo) sería forzado físicamente o físicamente a restringirse, para evitar daños a sí mismo o a los demás. Se puede usar haloperidol o diazepam (Valium®), en las dosis más bajas necesarias, ya que ninguna afecta las funciones centrales como la respiración.
Cualquiera que parezca lúcido y orientado, pero que simplemente sea agresivo o confrontativo, sería tratado como en cualquier entorno: comunicación tranquila con las autoridades delegadas (guardias uniformados o policías) esperando.