Cómo dormir más fácil

El primer paso para dormir más rápido y de mejor calidad es prepararse para ello con tanto cuidado como usted se prepare para el día. Con algunos hábitos regulares, puede convertir sus noches en momentos saludables y de recuperación. El segundo paso es aplicar algunas prácticas científicamente probadas y bien documentadas:

  1. Ejercicio: el ejercicio físico lleva oxígeno al cerebro que puede procesar de manera más eficiente sus procesos de limpieza y reparación durante el sueño. El ejercicio físico inunda su sistema con endorfinas, la maravillosa hormona de la sensación de “sentirse bien”, la relajación y el buen humor. El ejercicio físico también es una forma maravillosa de deshacerse del cortisol generado en su sistema por el estrés del día.
  2. Nutrición: evite los estimulantes por la noche. Todos saben que el café no es amigo del sueño, el té verde o el negro tienen una peor influencia sobre el sueño y aparecen como parte de una buena preparación para el descanso. Opta por el té de hierbas como la manzanilla, la verbena. Evite las comidas pesadas que requieren una gran cantidad de energía física para digerir. Este esfuerzo físico requerido por la digestión tendrá prioridad sobre el sueño y la carga de su capacidad para relajarse. Elija alimentos envasados ​​con triptófano, el precursor de la serotonina, como una ensalada de garbanzos.
  3. Música: la música sinfónica sin voces impulsa la producción de serotonina y dopamina que ayudarán a tu cerebro a organizarse para dormir. Poner los auriculares mientras te recuestas es poderoso cuando se trata de dejar de pensar en carreras y anular los ruidos del entorno.
  4. Dulces aromas: el aroma a lavanda, vainilla o naranja te relajará ya que provoca la producción de serotonina y dopamina. Ponga una gota en un pañuelo de papel y deslícela en su funda de almohada, hará que su sueño sea mucho más reparador.