Los conservantes cubren MUCHOS compuestos, desde sal y azúcar hasta benzoato de sodio. Como grupo, realmente no tienen un impacto directo en la salud de los humanos. Los problemas de salud suelen ser agudos e implican malestar estomacal, como es de esperar si bebes vinagre o algo similar. Algunos pueden sobrevivir en el estómago y llegar al intestino y en dosis elevadas causan angustia intestinal al afectar las bacterias en el intestino, pero eso normalmente se autoafirma en minutos u horas. En las cantidades que se encuentran típicamente en los alimentos, generalmente no es una preocupación.
Los conservantes generalmente son evitados por vendedores de productos alimenticios “naturales”, homeópatas, naturópatas, chamanes, etc., ya que colectivamente se los considera “antinaturales”, principalmente sobre la base de los nombres químicos que dan miedo. Por ejemplo, el benzoato de sodio es un conservante ampliamente utilizado que se encuentra naturalmente en una variedad de frutas (arándanos, manzanas, ciruelas, etc.), pero se considera un ingrediente antinatural cuando se agrega (generalmente en una cantidad mucho menor) a otros alimentos como conservante.
La mayoría de los conservantes de alimentos que se usan en la actualidad se producen de forma natural en algunas plantas y se purifican de la planta o, más comúnmente, se sintetizan (porque la química es más barata y produce un producto puro).
