¿Por qué los cristianos justifican el sueño?

¡No fue sino por la gracia de Dios que fui!

La necesidad de afecto físico es fuerte. También lo son los impulsos sexuales, especialmente en la adolescencia y la adultez temprana. Hay una lucha con aquellos en el contexto de lo que dice la Biblia. Las personas intentan justificar su comportamiento porque se sienten incapaces de superar los impulsos.

Cuando era adolescente tenía relaciones más cercanas con algunas chicas de lo que era correcto según la Biblia. Luché con la culpa y el arrepentimiento que no duró. A medida que fui creciendo tuve que tomar decisiones, en primer lugar, elegir salir con personas que compartían mi fe y, en segundo lugar, hacer las cosas a la manera de Dios.

Cuando conocí a mi (ahora) esposa de unos 20 años, tuve chispas para ella, pero le dije a Dios: “Señor, hasta ahora he hecho tantas cosas desordenadas. Si quieres que esto suceda, hazlo a tu manera”. Ni siquiera tomé su número. La volví a ver unas semanas más tarde en un evento cristiano. Cuando compré una casa no recordaba dónde vivía, ¡así que me sorprendí cuando cruzó la calle hacia mí! Estas reuniones repetidas sin mi diseño permitieron que las cosas se desarrollaran lentamente, contrastando con el impulso de apresurarme en cosas que había experimentado antes. Aunque mis encuentros previos habían normalizado demasiado contacto físico y demasiada inversión emocional asociada con él, por la gracia de Dios fui virgen el día de mi boda.

Para aquellos en la situación actual, la distracción es una mejor medicina. Si digo “no pienses en elefantes”, eso es exactamente lo que haces. Si digo “pensar en jirafas en su lugar”, entonces eso es más útil. Concéntrese en la amistad y las experiencias compartidas con todas las personas y vea cómo se desarrollan esas amistades. Si inicias una relación, elige una persona mayor de confianza a la que rendir cuentas, tal vez semanalmente. Es posible que puedan guiarlo de manera positiva para desarrollar su relación antes que los aspectos sexuales. Cuando se trata de asuntos sexuales, no mire imágenes de desnudez o actividad sexual porque eso alimenta el pensamiento inútil; si tienes alguno, deshazte de ellos. Encuentra una buena distracción Piensa en cómo puedes ayudar a otros; la amabilidad es una cualidad atractiva en las relaciones.

Mientras oras, reza cosas positivas: “Señor Dios, ayúdame a crecer en el fruto y los dones de Tu Espíritu Santo”. Luego busca oportunidades. Una vida concentrada en cosas buenas te mantendrá distraído de los impulsos la mayor parte del tiempo.