La cafeína en el café funciona como un estimulante principalmente al bloquear un neuromodulador llamado adenosina. En un ciclo de vigilia normal, la adenosina se acumula gradualmente en ciertas sinapsis en el cerebro y al hacerlo contribuirá a aumentar la somnolencia. Pero la cafeína actúa como un antagonista de la adenosina, bloqueando los sitios a los que se une y evitando que funcione; el resultado es una sensación de mayor alerta y energía que comienza a los pocos minutos de consumo y continúa por varias horas.
Sin embargo, el cuerpo tenderá a producir más adenosina para compensar el hecho de que la adenosina no parece funcionar bajo la influencia de la cafeína; esto significa que una vez que la cafeína desaparece, es probable que se produzca una mayor somnolencia. Este “círculo vicioso” es responsable de la calidad adictiva de la cafeína, y la abstinencia para un usuario de cafeína muy fuerte y regular puede ser muy desagradable e incluso médicamente peligrosa en algunos casos.
No conozco ninguna razón farmacológica clara que indique que la cafeína en sí misma haga que una persona se sienta adormilada en lugar de estar despierta, pero puedo pensar en varias posibilidades turbias:
- El café que está bebiendo puede no ser muy “fuerte”, y tal vez esté poco elaborado con un bajo contenido de cafeína. Intente pedir un Americano con dos tomas de espresso y beberlo rápidamente con el estómago vacío; si eso te pone soñoliento, ¡me preocuparía tu planeta de origen!
- Su café puede estar muy edulcorado, y los efectos adormecedores del azucar asociado pueden ser más fuertes que los efectos opuestos de la cafeína.
- Existe cierta evidencia de que los estimulantes afectan a las personas con TDA / TDAH de forma muy diferente que otros, aunque esta distinción se aplica principalmente a una familia de drogas estimulantes que son diferentes a la cafeína, y su reacción a la cafeína no debe tomarse como un marcador de tales trastornos .
La cafeína parece afectar a diferentes personas de diferentes maneras, pero la cafeína no induce químicamente la somnolencia como un efecto primario y nunca sería utilizada de ese modo por un médico, por ejemplo, por lo que es probable que ocurra algo bastante gracioso si usted encuentra que incluso altas dosis de cafeína lo hacen sentir somnoliento.
