Reductor de fiebre: cuando pensamos en el efecto fresco y afinado del mentol, no pensamos necesariamente en una taza de té caliente, pero el té de menta tiene mentol como componente principal, por lo que beberlo puede causar sudoración externa, mientras que el mentol enfría tu cuerpo por dentro. Esto esencialmente “rompe” la fiebre y puede reducir la inflamación y la incomodidad asociadas.
Salud digestiva: el aceite de menta y el té de menta se han utilizado durante miles de años para solucionar una variedad de afecciones digestivas y gastrointestinales. La evidencia arqueológica en realidad muestra que la menta se usa desde hace 10.000 años como un suplemento dietético. El té de menta se considera carminativo, lo que significa que ayuda a mover el gas a través del cuerpo a medida que se acumula, en lugar de causar hinchazón, calambres y malestar estomacal. El té también estimula el flujo de bilis para aumentar la velocidad y la eficiencia de la digestión y promover evacuaciones sanas.
No solo es un carminativo, sino también un analgésico, por lo que reduce el dolor asociado de calambres, hinchazón e indigestión. Esto se debe a sus efectos calmantes sobre los intestinos y los músculos lisos del tracto digestivo. La diarrea, el síndrome del intestino irritable y el estreñimiento pueden mejorarse con este té, ya que lleva a todo el sistema a niveles de actividad más óptimos.
Náuseas y vómitos: cuando se trata de estar enfermo, pocas cosas son tan desagradables como náuseas o vómitos. El té de menta es antiespasmódico, por lo que reduce las posibilidades de vómitos y náuseas, incluso en casos de cinetosis en un bote o en un avión. También reduce los dolores de estómago y náuseas asociados con el mareo por movimiento, y sus cualidades antiinflamatorias pueden devolverle el estómago a la normalidad.
Problemas respiratorios: como antiespasmódico, también puede aliviar esa sensación irritante que lo hace querer toser, lo que agrava su afección respiratoria. Al relajar los músculos de la garganta y el pecho, puede eliminar ese aspecto de los síntomas del resfriado y la gripe.
Sistema inmunitario: el té de menta tiene propiedades antibacterianas conocidas, que son la causa de muchas enfermedades, como fiebre, tos y resfriados. ¡No solo beber este delicioso té puede ayudarlo a tratar los síntomas de la enfermedad, sino que también puede evitar que su cuerpo se enferme en primer lugar! También hay oligoelementos de vitamina B, potasio, antioxidantes y calcio, que pueden ayudar a su cuerpo a absorber nutrientes para combatir las enfermedades y realizar las funciones necesarias para que su cuerpo funcione de manera saludable.
Mal aliento: el fuerte sabor mentolado y la calidad antibacteriana del té de menta lo convierten en una forma ideal de mejorar la respiración. ¡El elemento antibacteriano mata los gérmenes que pueden conducir a la halitosis, mientras que el mentol abruma el mal olor y deja tu aliento fresco y limpio!
Pérdida de peso: el aroma del aceite de menta y algunos de sus componentes orgánicos en realidad puede eliminar el apetito, por lo que oler esta sustancia puede ayudar a reducir la ingesta excesiva y, posteriormente, la obesidad.
Niveles de estrés: la naturaleza sedativa y antiespasmódica natural del mentol lo hace muy bueno para aliviar el estrés mental. La naturaleza antiinflamatoria puede reducir la presión arterial y la temperatura corporal, y te permite relajarte y relajarte, dejando que tus preocupaciones se desvanezcan. Esta es una de las razones por las cuales el aceite de menta es tan popular en aromaterapia, pero los efectos del té de menta son muy similares.