Ser amable no siempre trae una respuesta positiva directa. Puedes ser agradable con alguien que te resultará agradable a cambio, pero también podrías tener una respuesta grosera, o tus alrededores podrían ser totalmente indiferentes a que seas amable.
Al ser amable, es importante comprender que la clave no está en la respuesta a que seas amable, sino en el hecho de que simplemente tienes el corazón y la voluntad para ser amable e incondicional.
Cuando eres amable, la vida es agradable para ti, de forma global. Si alguien está siendo grosero contigo, pero no te sientes afectado por él y puedes seguir sonriendo, con el corazón impasible, la vida te resultará más liviana que a cualquier persona que viva constantemente temerosa.
¿Qué pasa cuando tienes el corazón de ser amable? La vida brilla en ti. Es como vivir constantemente por encima de las nubes. No significa que nunca lloverá sobre ti, pero la lluvia aún sentirá una bendición.