Depende de lo que te están evaluando.
Cuando empecé a padecer ansiedad y depresión, me pidieron que llenara un cuestionario antes de ver a un terapeuta.
Me hizo preguntas sobre mi estado de ánimo, mis comportamientos, mis pensamientos (incluidos los pensamientos suicidas u homicidas) y mis sentimientos sobre mí (autoestima, autoaislamiento, etc.).
Después de completar este cuestionario, el terapeuta lo grabó y analizó mis niveles de ansiedad y depresión en comparación con otras respuestas.
Esto no fue un diagnóstico, más una herramienta para ver dónde estaba mentalmente.
Luego, el terapeuta me hizo una serie de preguntas, que incluían por qué había ingresado y qué sentía y experimentaba.
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Así fue como fui al terapeuta.
Cuando fui al psiquiatra, fue casi el mismo proceso, pero en realidad me diagnosticaron un trastorno depresivo mayor.
