¡Sí! El estrés puede afectar terriblemente el apetito y la digestión. Una de las hermanas menores de mi amigo cercano tuvo este problema.
Cada vez que escucha noticias sobre muertes o accidentes (o incidentes de tal gravedad) en la familia, se siente tan estresada que le produce malestar estomacal y permanece molesto durante horas.