No se necesita adaptación física o biológica ya que las personas comen insectos en muchas partes del mundo. Es posible que deba haber alguna adaptación cultural, ya que también hay muchas sociedades que evitan la práctica.
Incluso aquellos que lo evitan, sin embargo, terminan comiendo insectos … o al menos partes de insectos. Aparecen en muchos alimentos como “materia extraña”, pero en cantidades tan pequeñas que pasan por inspecciones de salud. La Administración de Alimentos y Medicamentos publica un manual que informa los niveles de “inmundicia de insectos” permitidos en los alimentos antes de que se los considere inaceptables.
Manual de niveles de defectos