Yo comparo la “hipótesis de la carbohidrato-insulina” de Taubes con la física newtoniana: si nos adentramos en los detalles extremos y / o en las condiciones del borde puede no ser precisamente precisa, pero para la mayoría de los propósitos prácticos es lo suficientemente precisa, funciona y podemos resolver problemas con eso.
El mejor argumento para la hipótesis es que funciona. Para la mayoría de las personas, reducir los carbohidratos reducirá la grasa corporal y reducirá el riesgo de diabetes y enfermedades del corazón. Si la mayoría de la población toma en serio la hipótesis y comienza a reducir la ingesta de carbohidratos, podemos reducir drásticamente la prevalencia de la obesidad y la diabetes.
El mejor argumento en contra de la hipótesis es que es algo simplificado en comparación con la realidad. Por ejemplo, uno puede ser engañado al pensar que es imposible ganar grasa si come cero carbohidratos, lo cual es incorrecto. La insulina es una hormona muy importante en la regulación del almacenamiento de grasa corporal, pero no es la única. Las interacciones de las hormonas reguladoras como la insulina, el glucagón, la leptina y la grelina con los tejidos adiposo, muscular y hepático son mucho más complejas de lo que indicaría la hipótesis de Taubes. Además, las hormonas no son los únicos factores; otros factores potenciales incluyen la composición de la flora intestinal y las infecciones virales inductoras de la obesidad. No debemos permitir que la hipótesis de Taubes sea el final de toda la investigación en esta área, al igual que no deberíamos permitir que la física newtoniana nos impida descubrir la Relatividad Especial.