La cantidad de presión arterial requerida por el cerebro puede medirse por la presión arterial media (MAP) y la presión de perfusión cerebral (CPP).
El MAP se puede encontrar usando una fórmula que la mayoría de las máquinas automáticas de presión sanguínea le dan como el tercer número entre paréntesis.
Por ejemplo, si le toman la presión arterial y resulta ser 120/70 (86), entonces el MAP sería 86.
La mayoría de la literatura indica que es necesario un MAP de al menos 60 mmHg para perfundir el cerebro y los riñones, cualquiera que sea inferior a este y los riñones se apagarán y el cerebro comenzará a morir.
CPP es la diferencia entre el MAP que fuerza la sangre al cerebro y la presión intracraneal (ICP) que lo empuja hacia atrás, y este número representa la presión de perfusión de la sangre, el oxígeno y los nutrientes que llegan al cerebro.
Aunque es importante tratar las presiones sistólica y diastólica baja, a veces es más importante tratar al paciente basándose en el MAP y el CPP, dependiendo de la situación. Estos números pueden dar una mejor idea de la presión necesaria para mantener a alguien vivo.