La temperatura corporal está regulada por el hipotálamo, situado en el cerebro justo encima de la glándula pituitaria. Comprueba la temperatura de la sangre y la compara con su nivel esperado, un poco como el termostato en un sistema de calefacción en su casa.
Cualquier diferencia con el nivel esperado lleva al hipotálamo a intentar y regular la temperatura.
Sin embargo, el cuerpo no tiene un “ventilador” o sistema de calefacción para ajustar la temperatura.
Puede enviar mensajes al cuerpo para que se estremezca y aumente la temperatura o sudar para ayudar a bajarlo.
También nos sentimos incómodos, tal vez para incitarnos a regular nuestro entorno.
Durante una fiebre / temperatura elevada, el cuerpo envía mensajes al hipotálamo para restablecer la temperatura esperada a un nivel superior. Esto generalmente ocurre en respuesta a una infección (viral o bacteriana).
El sistema inmune del cuerpo responde a una infección liberando moléculas llamadas “pirógenos endógenos” (término sofisticado que significa algo hecho en el cuerpo que hace que la temperatura se eleve)
Estos causan la respuesta en el hipotálamo que “restablece” la temperatura.
El hipotálamo, en respuesta, le dice al resto del cuerpo que hace demasiado frío.
La temperatura corporal real puede ser normal, pero el punto establecido se ha elevado. Indique las respuestas del cuerpo que conducen a un intento de aumentar la temperatura al nuevo punto de ajuste “superior”. Estos incluirán escalofríos y buscarán un ambiente más cálido: mantas, etc.
Con el aumento real de la temperatura, el hipotálamo envía una señal de “temperatura ahora normal”. Las mantas se quitan, el temblor se detiene.
Cuando la fiebre comienza a resolverse, el nivel de los pirógenos endógenos disminuye, el hipotálamo se restablece nuevamente y el individuo se siente demasiado caliente ya que el punto de ajuste está por debajo de la temperatura real.
En resumen (finalmente)
Nos sentimos más fríos cuando la temperatura está empezando a subir y más caliente cuando comienza a caer.
Es el método que usa el hipotálamo para ‘estimular’ las alteraciones en el comportamiento.
Los síntomas descritos de sensación de “papel de lija” probablemente se deben a una inflamación localizada en la garganta.