La nicotina es un constrictor vascular y no tiene efectos vasculares positivos, lo que aumenta las posibilidades de ataques cardíacos.
La cafeína es principalmente un dilatador vascular y solo tiene un efecto de constricción sobre el tejido vascular que rodea los receptores de adenosina, que es parte de lo que le da su efecto estimulante. La cafeína en realidad tiene efectos vasculares positivos.