Creo que a la mayoría de las personas les preocupa lo que están comiendo, simplemente les están dando información incorrecta. Al igual que la mala comida, la mala información nos rodea y, en particular, con la dieta, las personas normalmente escuchan lo que quieren escuchar y luego corren con eso.
Por ejemplo, si alguien dice “el vino tinto es bueno para ti porque contiene antioxidantes”, beberá dos botellas y lo justificará diciendo que no es tan malo.
¡Solo mis dos centavos!