La actividad física ayuda a prevenir los accidentes cerebrovasculares y las enfermedades cardíacas al reducir la presión arterial y aumentar los niveles de colesterol de lipoproteínas de alta densidad (HDL) (colesterol “bueno”)
La actividad física también puede ayudar a las personas que ya tienen enfermedades del corazón a evitar ataques cardíacos adicionales.