Generalmente, el tratamiento de un lipoma no es necesario, a menos que el tumor se vuelva doloroso o restrinja el movimiento. Por lo general, se eliminan por razones estéticas, si crecen demasiado, o por histopatología para verificar que no sean un tipo de tumor más peligroso, como un liposarcoma. Este último punto puede ser importante ya que las características de un “bache” no se conocen hasta después de haber sido removidas y examinadas médicamente.
Los lipomas se extirpan normalmente por escisión simple. La extracción a menudo se puede hacer bajo anestesia local y toma menos de 30 minutos. Esto cura la gran mayoría de los casos, con alrededor del 1-2% de los lipomas recurrentes después de la escisión. La liposucción es otra opción si el lipoma es blando y tiene un pequeño componente de tejido conjuntivo. La liposucción típicamente produce menos cicatrices; sin embargo, con lipomas grandes puede no eliminar todo el tumor, lo que puede provocar un nuevo crecimiento
