¿Por qué el NH3 es tóxico para nuestro cuerpo?

MECANISMO DE ACCIÓN

El amoníaco interactúa inmediatamente al contacto con la humedad disponible en la piel, los ojos, la cavidad oral, el tracto respiratorio y particularmente las superficies mucosas para formar el hidróxido de amonio muy cáustico. El hidróxido de amonio causa la necrosis de los tejidos a través de la ruptura de los lípidos de la membrana celular (saponificación) que conduce a la destrucción celular. A medida que se degradan las proteínas celulares, se extrae agua, lo que resulta en una respuesta inflamatoria que causa un mayor daño.

EFECTOS EN LA SALUD

Inhalación: El amoniaco es irritante y corrosivo. La exposición a altas concentraciones de amoniaco en el aire causa quemazón inmediata de la nariz, la garganta y el tracto respiratorio. Esto puede causar edema bronquiolar y alveolar, y la destrucción de las vías respiratorias que resulta en dificultad o insuficiencia respiratoria. La inhalación de concentraciones más bajas puede causar tos e irritación de la nariz y la garganta. El olor del amoníaco proporciona una advertencia temprana adecuada de su presencia, pero el amoníaco también causa fatiga olfativa o adaptación, reduciendo la conciencia de la exposición prolongada de uno en bajas concentraciones.

Los niños expuestos a las mismas concentraciones de vapor de amoníaco que los adultos pueden recibir una dosis mayor debido a que tienen una mayor relación superficie pulmonar de superficie pulmonar y un aumento de la relación volumen-peso minuto. Además, pueden estar expuestos a concentraciones más altas que los adultos en el mismo lugar debido a su menor altura y las mayores concentraciones de vapor de amoniaco que se encuentran inicialmente cerca del suelo.

Contacto con la piel o los ojos: la exposición a bajas concentraciones de amoniaco en el aire o en la solución puede producir irritación cutánea o ocular rápida. Las concentraciones más altas de amoníaco pueden causar lesiones graves y quemaduras. El contacto con soluciones concentradas de amoníaco, como limpiadores industriales, puede causar daños corrosivos, incluidas quemaduras en la piel, daños permanentes a los ojos o ceguera. La extensión total de la lesión en el ojo puede no ser aparente durante hasta una semana después de la exposición. El contacto con amoníaco licuado también puede causar lesiones por congelación.

Ingestión: la exposición a altas concentraciones de amoníaco por ingestión de solución de amoníaco produce daños corrosivos en la boca, la garganta y el estómago. La ingestión de amoniaco normalmente no produce intoxicación sistémica.