Primero que nada, quedarse dormido es una transición muy suave. Simplemente no pasa de un estado de vigilia a un estado de sueño profundo en segundos.
En segundo lugar, la formación de memoria depende en gran medida de los cambios. Es muy probable que recordemos algo nuevo en lugar de algo que en realidad no cambia con el tiempo. Dormirse es un cambio bastante lento, por lo que hay una necesidad limitada de recordarlo.
En tercer lugar, el pre-sueño va de la mano con una menor conciencia perceptual. Otra razón por la que no notas los pequeños cambios. Por lo tanto, con una menor conciencia, hay menos contenido para almacenar. Entonces, ¿qué se espera que recuerdes si realmente no notas nada?
En cuarto lugar, con la disminución de la conciencia perceptual, pasamos a un estado reflexivo interno pensando en las cosas en lugar de aprender cosas nuevas. Así que comienzas a pensar en tu almuerzo perfecto ese día, qué rico era y qué vas a tener mañana.