Si no nos mantenemos hidratados, el rendimiento físico puede sufrir.
Esto es particularmente importante durante el ejercicio intenso o el calor intenso.
La deshidratación puede tener un efecto notable si pierde tan solo el 2% del contenido de agua de su cuerpo. Sin embargo, no es raro que los atletas pierdan hasta un 6-10% de su peso de agua a través del sudor.
Esto puede provocar un cambio en el control de la temperatura corporal, una motivación reducida, un aumento de la fatiga y hacer que el ejercicio se sienta mucho más difícil, tanto física como mentalmente.
Se ha demostrado que la hidratación óptima previene que esto ocurra, e incluso puede reducir el estrés oxidativo que se produce durante el ejercicio de alta intensidad. Esto no es sorprendente si tenemos en cuenta que el músculo tiene un 80% de agua
Por lo tanto, si se ejercita intensamente y tiende a sudar, mantenerse hidratado puede ayudarlo a rendir al máximo.