no. Incluso se ha dicho que uno podría sobrevivir tres veces más sin comida que uno sin dormir. De hecho, uno de los experimentos más conocidos sobre este tema, descubrió que privar por completo a las ratas del sueño daba como resultado su muerte, o estado casi de muerte, dentro de los 11-32 días.
En definitiva, no lo sabemos. La ciencia del sueño es una disciplina joven y solo en las últimas décadas hemos empezado realmente a avanzar en nuestra comprensión de la importancia y las funciones del sueño. En la década de 1960, un estudiante de secundaria llamado Randy Gardner se propuso romper el récord mundial por el tiempo más largo que pasó despierto. Durante el experimento, contrajo problemas con la vista y varias deficiencias cognitivas, como problemas del habla y la memoria (Ross, 1965). Hacia el final del experimento, también comenzó a alucinar. Estos síntomas surgieron en solo 11 días.
Lo que sí sabemos es que no es prudente ignorar nuestra necesidad de dormir. Los efectos secundarios negativos de la privación parcial del sueño se han observado en innumerables estudios de investigación y es seguro suponer que estos solo empeorarían por la privación total prolongada del sueño.
