Los alimentos producidos en masa están hechos para maximizar las ganancias de la compañía productora y del supermercado. Durante muchos años, los productores han invertido en la investigación de las preferencias del gusto humano. Investigación muy minuciosa y muy precisa. Esto les permite enfocarse en los parámetros de sabor que prefieren los humanos: la sensación de llenado que obtenemos del consumo de grasas; el rico sabor dulce que obtenemos de los azúcares. De consideraciones secundarias son los valores nutricionales “reales”.
Ahora, excepto cuando se consume en volumen, o cuando se consume como la única fuente de alimentos, los alimentos producidos en masa no son específicamente no saludables. Comer una Big Mac una vez a la semana o unas rebanadas de pizza, o comer un panecillo o dos por semana, no te hará ningún daño. Donde se vuelve insalubre es cuando estos alimentos de fácil acceso y que ahorran tiempo son lo único que come. Proporcionan demasiados carbohidratos y un desequilibrio de los otros nutrientes que necesitamos.
