Interesante pregunta. Sucede porque durante el día, las temperaturas del núcleo y el caparazón de nuestro cuerpo varían todo el tiempo. Cuando dormimos, nuestros cuerpos bajan de temperatura y las mantas nos ayudan a crear un microclima confortable para nuestros cuerpos durante el sueño. Además, es más fácil conciliar el sueño cuando la piel se calienta un poco. También podría ser una de las señales para que tu cerebro produzca más melatonina que induce el sueño, porque nuestros padres nos han cubierto con mantas para dormir desde que nacimos, por lo que se convirtió en una especie de hábito asociado con el sueño.
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