Debido a que es una fuente de azúcar, la miel seguramente aumentará su glucosa en sangre. Esto puede ser algo bueno en momentos de emergencia, cuando su nivel de azúcar en la sangre es anormalmente bajo y debe restablecerlo. Por otro lado, puede ser dañino si está controlando la diabetes y lucha para mantener estable el nivel de azúcar en la sangre. En este caso, la miel es algo que probablemente no quieras consumir regularmente.
Metabolizando la miel
La miel es una fuente concentrada de azúcares simples, a saber, glucosa y fructosa. Los azúcares simples requieren muy poca digestión en el intestino antes de ingresar al torrente sanguíneo. Las enzimas del intestino delgado descomponen rápidamente los azúcares simples, si es necesario, según el tipo, y los dejan absorber a través de las paredes intestinales. Van directamente a su torrente sanguíneo desde ese punto, elevando su nivel de glucosa en sangre. Las células usan esta glucosa como combustible o energía, una vez que la insulina ingresa al torrente sanguíneo y abre las paredes celulares.
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