Mike the Headless Chicken fue alimentado a través de un embudo. La respiración no era un problema ya que su tráquea estaba intacta (si se acortaba).
Se cree que una parte suficiente de su tronco cerebral inferior permaneció intacta, lo que permite movimientos básicos y cierto comportamiento instintivo. Sin embargo, cacarear y montar gallinas … no para nuestro Mike.