Márketing. Se han atribuido diversos beneficios a la sal marina, ninguno de los cuales resiste el escrutinio. Se ha presentado como más “natural” que la sal común, a pesar de que la mayoría de la sal del mar es químicamente idéntica a la sal de mesa.
La sal marina generalmente no está yodada, y la mayoría de las personas en los países del primer mundo no necesitan yodo extra, pero tampoco daña. Algunas personas pueden probar el yodo, pero la mayoría no, especialmente cuando se trata de un elemento mezclado con otros sabores.
Algunas sales marinas contienen pequeñas cantidades de otros minerales (es decir, tierra), pero generalmente no son lo suficientemente importantes como para ser biológicamente importantes y, en general, no son suficientes para el gusto. (Lo cual es bueno, porque probablemente no le interesaría mucho el sabor).
Algunas sales marinas usan diferentes formas de cristal que la sal de mesa, y eso puede hacer la diferencia. La forma de la sal determina la rapidez con que se disuelve y puede producir un efecto diferente con menos sal. Esto es más notable cuando la sal está en cristales separados como cobertura, e indistinguible cuando se disuelve en líquido. Puede lograr efectos idénticos con la sal minada, pero la percepción de la sal del mar como “natural” o “de mejor sabor” significa que van con sal marina.
