La miel es rica en antioxidantes que pueden ayudar a reducir la inflamación que acompaña a muchos cánceres. Esto no significa que pueda curar el cáncer.
A menudo, los pacientes, como yo, que sufrieron daños por radiación en su esófago usan miel para ayudar a la curación. Los pacientes con cáncer deben tener cuidado de usar miel procesada ya que la miel no procesada puede contener botulinas.