Cuando Obama fue presidente firmó la ley de atención médica asequible “Medicaid”, por orden ejecutiva, es por eso que se llama Obamacare, también agregó una tarifa que debe pagarse a los estadounidenses que pueden pagar un seguro de salud, y optan por no obtener salud seguro.
Fue impugnada en la Corte Suprema de los Estados Unidos, como impuestos sin repatriación, ya que el IRS cobraría la tarifa de la declaración de impuestos a los individuos, que no tienen seguro de salud, pero que pueden pagar el seguro de salud.
El Tribunal Supremo de los Estados Unidos dictaminó que era legal, porque era una tarifa única.
Aunque si aún no obtiene un seguro de salud, puede cambiar la tarifa cada año y el IRS lo desafía todos los años.
Sin embargo, la tarifa sigue aumentando cada año, entre un 12% y un 20%, por lo que de una forma u otra los contribuyentes pagarán la atención médica, aunque no quieran un seguro de salud.