¿Dónde se creó el ajo?

En resumen, el ajo era muy apreciado por sus efectos antimicrobianos mucho antes de que se descubrieran los microbios. Los sacerdotes franceses de la Edad Media usaban ajo para protegerse contra la peste bubónica. Durante la Primera Guerra Mundial, los soldados europeos evitaron la infección al poner ajo directamente sobre sus heridas. Casi todas las culturas han utilizado el ajo para la salud general y la longevidad, desde los antiguos egipcios, israelitas, griegos, babilonios, romanos y chinos hasta los estadounidenses coloniales. Hoy en día, el ajo es uno de los medicamentos preventivos más vendidos en Europa, donde las autoridades médicas y los funcionarios gubernamentales lo aceptan como seguro y eficaz.