¿En qué medida el impacto del jarabe de maíz con alto contenido de fructosa en la insulina difiere del del azúcar de caña?

El jarabe de maíz con alto contenido de fructosa es una mezcla de fructosa y glucosa. El azúcar de caña es sacarosa, que es una combinación química de fructosa y glucosa. Su cuerpo tarda un poco más en descomponer la sacarosa que en absorber la glucosa del azúcar de maíz con alto contenido de fructosa. La insulina actúa sobre la glucosa. El cuerpo necesita insulina antes cuando comes o bebes algo con jarabe de maíz. Eso no es un problema si solo está, digamos, bebiendo medio refresco de 12 onzas (360 ml). Donde llega un problema es cuando consumes mucha miel de maíz. Su hígado solo puede usar alrededor de 25 gramos de fructosa (la parte que no contiene glucosa del jarabe de maíz) al día para obtener energía. El resto tiene que engordar. Toda esa insulina adicional también estimula el depósito de grasa (y evita que las células de grasa la suelten cuando hace ejercicio). El problema siempre es “cuánto”, pero personalmente creo que la cantidad ideal de jarabe de maíz en cualquier dieta es cero.