¿El té o el café son malos para la presión arterial alta?

Existe una gran confusión en torno al café (y más específicamente a la cafeína) y su impacto en la presión arterial.

Esta investigación detrás de este tema ha sido ampliamente tratada anteriormente, que se puede ver aquí: ¿El café aumenta la presión arterial? Hora de aclarar la confusión.

Para resumir, la cafeína en el café (y en el té) puede tener efectos farmacológicos. Veamos el café primero.

café

La cafeína es en realidad un medicamento presor bien documentado (sustancia que eleva la presión arterial). Los aumentos tienden a ser leves, en el rango de 5 a 10 mm Hg. Eso es independientemente de la frecuencia con que bebas café o tu tolerancia a la cafeína, aunque siempre hay raras excepciones (1).
La cafeína parece tener un mayor efecto presor en aquellos con presión arterial elevada en comparación con aquellos con presión arterial normal. Y esos efectos no se suprimen con el uso de medicamentos para reducir la presión arterial (2, 3).
Sin embargo , la cafeína solo parece elevar la presión arterial durante aproximadamente 3 horas antes de que el efecto disminuya (4).

Como el efecto es de tan corta duración, la cafeína no parece causar ningún daño duradero a los vasos sanguíneos. De hecho, los estudios observacionales constantemente encuentran que el consumo de café es neutral para la salud cardiovascular, si no es protector (5).

Entonces, sí, la respuesta corta es que el café sí eleva la presión arterial a corto plazo, pero no los riesgos para la salud asociados .
Para la respuesta larga, también debe tener en cuenta las condiciones médicas preexistentes, así como su capacidad genética para metabolizar la cafeína.

Como una guía para un adulto saludable promedio, 400 mg de cafeína (aproximadamente 3-4 cafés estándar por día) se consideran seguros (6).

El té contiene mucha menos cafeína que el café (generalmente menos de la mitad), y algunas variedades no contienen cafeína.

Esto significa que su impacto en la presión arterial es mucho menos evidente que la del café.

Teniendo en cuenta los compuestos únicos que se encuentran en el té, particularmente las catequinas, en realidad hay una fuerte evidencia de que varias variedades pueden ayudar a reducir la presión arterial alta. La evidencia más fuerte hasta el momento es para el té de hibisco, seguido por el té verde.

En un estudio de 75 sujetos con hipertensión diagnosticada (y sin tomar otros suplementos o medicamentos para reducir la presión arterial en ese momento), un té de hibisco grande antes del desayuno cada día durante 4 semanas se asoció con una reducción del 11% en la presión arterial sistólica (139,05 a 123,73 mmHg) y una reducción del 12,5% en la presión arterial diastólica (90,81 a 79,52 mmHg) (7).

Esos efectos fueron iguales al grupo de control activo que estaban tomando 50 mg de captopril diariamente durante el mismo período de tiempo.

Con respecto al té verde, una revisión de 2014 tentativamente concluyó que puede disminuir la presión arterial, pero reconoció que los estudios previos no fueron de buena calidad (8).

Entonces el té es neutral, si no es beneficioso para la presión arterial alta.