Nuestros primeros ancestros siguieron el patrón de sueño llamado sueño segmentado, o menos conocido como sueño bimodal.
Son dos períodos de descanso entre la vigilia.
Lo que significa que se despertaron durante la madrugada, durmieron la siesta y luego se quedaron despiertos durante el resto del día hasta la puesta de sol.
Se ha observado en estudios que seguir este ritmo aún en la actualidad es la forma más saludable para que los humanos logren dormir para equilibrar el estrés de la vida.
