¿Por qué a menudo me siento temeroso después de despertar de una siesta?

Tenemos un sistema llamado “orexina” (por sistema, me refiero a las neuronas que atraviesan nuestro cerebro pero también a los productos químicos, orexina-A y B, que producen).

Nuestro sistema de orexina libera estos químicos cuando es hora de que nos despertemos, según los ciclos de sueño (nuestros llamados “ritmos circadianos”) que nuestro cuerpo ha establecido. Orexin también produce excitación fisiológica, no sexual, sino el tipo de alerta intensificada que conduce a nuestras respuestas de lucha o huida, así como el impulso de nuestro apetito, en resumen, todas las cosas que, en circunstancias normales, necesitamos haznos ir por la mañana.

Cuando dormimos fuera de ciclo, nuestra producción de orexina al despertar no es algo a lo que nuestro sistema nervioso esté acostumbrado, y en una siesta de mediodía, recibiremos una “dosis” que incluso puede superponerse con los efectos de antes en el día. Este exceso de excitación fisiológica puede sentirse como terror, ansiedad intensa, adrenalina, etc., y si no estamos completamente despiertos cuando comienza a darse de patadas, puede llevar a algunos sueños muy intensos, atemorizantes y lúcidos justo antes de que estemos ¡plenamente consciente!

La mejor manera de controlar esta sensación es establecer un ritmo de sueño constante. Las siestas diurnas están bien, pero tenemos que aceptar que a nuestros sistemas nervioso y endocrino les tomará tiempo ajustar la producción de químicos importantes para que coincida con nuestro nuevo ciclo. Si tomamos siestas a mediodía solo muy ocasionalmente o irregularmente, nuestros sistemas harán lo mejor que puedan, pero probablemente nos sorprenderá tanto como lo es.