¿Cuándo debe irse a la cama un niño de 9 años?

La pregunta no es solo cuánto dormir necesita un niño de 9 años. También es importante cómo el niño debería estar durmiendo.

La posición para dormir es muy importante, ya que esto afecta la sensación del cuerpo por la mañana. Hemos llevado a cabo una investigación sobre la posición del sueño y hemos descubierto que la circulación del cerebro es mejor cuando la cabeza de la cama está inclinada entre 10 y 30 grados. Tiene que ver con el efecto de la gravedad en la circulación cerebral.

Los niños que duermen en una cama inclinada necesitan menos horas de sueño, están más alertas por la mañana y podemos recuperarnos del TDAH y otros problemas de conducta. Los ojos tampoco son hinchados y hay menos congestión sinusal. Para más información sobre este tema del sueño, vea mi artículo Heads Up! La forma en que duermes puede matarte.

Por cierto, durmiendo de costado o vientre causa que la cabeza se presione contra la almohada, y esto comprime la oreja “hacia abajo”, lo que conduce a infecciones de oído, un problema común para los niños. La presión de la cara sobre la almohada también puede cambiar la alineación de los dientes, causando la necesidad de un trabajo de ortodoncia.

De hecho, puedes decir si alguien es durmiente de espalda o lateral por la forma de su cabeza y orejas. Los durmientes posteriores tienen una cabeza más redonda, la parte posterior de la cabeza está ligeramente aplanada y las orejas sobresalen de la cabeza. Los durmientes laterales tienen una cabeza más almendrada, aplanada en los lados, y las orejas son más planas contra la cabeza. También puede ver que la nariz se dobla hacia un lado porque la presiona contra la almohada cuando duerme de lado o boca abajo. De hecho, la asimetría de la cara a menudo es causada por la posición del sueño, ya que comprime un lado de la cara más que el otro durante 8 o más horas diarias.

La mejor manera de dormir es en la parte posterior con la mitad superior de la cama elevada, y con los pies ligeramente elevados. Esto es cierto para niños y adultos. Y es importante capacitar a los niños para que duerman adecuadamente cuando son bebés, ya que los hábitos de sueño pueden ser difíciles de cambiar.