Depende de dónde parte la persona.
Aquí, me refiero a los ejemplos extremos cuando niños abandonados fueron descubiertos en el desierto después de haber sido criados por animales: sin las presiones sociales, la interacción social solo sería necesaria en caso de emergencias, es decir, cuando la supervivencia está en riesgo.
Además de eso, una persona que no está acostumbrada a la autorreflexión ni a las conversaciones triviales, y que no se compara a sí misma con otras personas a su alrededor, esa persona es lo suficientemente resistente como para que las comunicaciones sociales no afecten su salud psicológica.
Por el contrario, una persona insegura requerirá más interacción social para validarse.
La salud psicológica está vinculada a una personalidad y predisposiciones, y en este caso, un genio que simplemente tiene muy pocos con quienes hablar (tomemos al Sr. Stephen Hawking) estaría casi en el mismo nivel de aislamiento que una persona que sufre de un episodio esquizofrénico. (donde la persona deliberadamente se aislaría del mundo)
En el primer caso, es la falta de audiencia (no fanáticos que son numerosos pero equivale a relacionarse) y en el último caso, es una separación forzada del entorno; ambos resultan en la soledad pero por una razón completamente diferente: el primero es psicológicamente saludable, el segundo sufre de una condición mental.
