La mayoría de las comidas (con la excepción de las sopas u otros alimentos líquidos) tienden a absorber los jugos digestivos cuando ingresan al estómago y al tracto digestivo. Esto activará la respuesta de sed de tu cuerpo para ayudar a fabricar más ácido estomacal, bilis y otras enzimas utilizadas en el proceso digestivo.
Además, muchos alimentos contienen cierta cantidad de sal. La principal respuesta de su cuerpo al consumo de sal es agregar más líquido a su torrente sanguíneo para mantener su salinidad a un nivel constante (el promedio es del 0.9%). Por esta razón, la hipertensión, en forma de presión arterial alta, es el resultado típico del exceso de consumo de sal. Este proceso compensatorio que estabiliza la salinidad de la sangre utiliza las reservas de humedad de tu cuerpo y te hace sentir reseco o sediento.
