Eisenhower, en su último y más famoso discurso, destacó que un dólar gastado en el ejército no se gasta en comida, educación, infraestructura u otras necesidades humanas útiles. En cambio, se usa para matar a otras personas o para prepararse para tal resultado.
Se necesita un cierto nivel de gasto en defensa, pero la gran cantidad de fondos públicos gastados en el ejército es probablemente el aspecto más dañino pero tolerado de la política estadounidense en particular, en lo que puedo pensar.