El sentido del olfato de un perro es 1000 veces mayor que el de un humano. Sus cerebros también se desarrollan para identificar y reconocer olores diferentes. La clave son los olores DIFERENTES.
Digamos que te encontraste con alguien con gangrena de una de sus extremidades. Podrías olerlo si estás lo suficientemente cerca.
La próxima vez que esté cerca de una cantidad moderada de sangre, acerque su nariz a ella. Tiene un olor propio. Ahora puedes hacer esas cosas, imagina tener un sentido del olfato 1000 veces mayor, y podrías oler diferencias muy sutiles como lo hacen los perros.
PERO, si oliera un olor dado todos los días y en cantidades abundantes, gradualmente se desensibilizaría a ese olor en particular. Esto es lo que le sucede a muchas personas que trabajan con olores fuertes, como la limpieza de personas, trabajadores de mataderos, personas que trabajan con diversos productos químicos, compuestos y solventes que inicialmente nos huelen muy fuerte. Entonces, si un perro se acostumbra a un olor todos los días durante todo el día, poco a poco lo aceptará como normal y no lo notará.