El cannabis es la sustancia terapéuticamente activa menos tóxica conocida por el hombre. Su relación terapéutica (TR) es tan alta que es prácticamente imposible de calcular, pero se cree que está entre 1: 20000 y 1: 40000. Por lo tanto, si 100 mg de cannabis producirían un efecto, entre dos y cuatro kilos (tomados a la vez) sería fatal. Esta cantidad es, por supuesto, imposible de consumir.
La relación terapéutica (TR) es la relación entre la dosis efectiva para el 50% de los usuarios (ED50) y la dosis letal para el 50% de los usuarios (LD50). El TR del alcohol es 1:20. TR de heroína es 1: 5.
Además, el cannabis funciona en nuestro cuerpo porque modula el sistema endocannabinoide que consiste en una red de receptores CB1 y CB2 en todo el cuerpo y endocannabinoides que son los químicos naturales del cuerpo equivalentes a los químicos en la planta de cannabis. Actualmente se cree que el receptor CB1 es el receptor más prevalente en el cerebro, pero no existe en el tallo cerebral que controla los sistemas cardiovascular y pulmonar. Por eso, a diferencia de los opiáceos, el alcohol y otras drogas, el cannabis no puede deprimir las funciones vitales básicas hasta el punto de la muerte.
Muchos médicos desconocen el sistema de los endcocannabinoides porque solo se descubrió en 1988 y, por lo tanto, solo se ha documentado recientemente en la educación médica. Ahora se cree que es el sistema fisiológico más importante en nuestro cuerpo, que regula el sistema nervioso central, el sistema inmune, cardiovascular, gastrointestinal y reproductivo. Esta es la razón por la cual la humanidad ha encontrado el cannabis como una medicina segura y efectiva durante al menos 5,000 años para una variedad de condiciones tan amplia. 
