Debido a que la hipertensión es a menudo una condición silenciosa, puede causar daños a su cuerpo durante años antes de que los síntomas se vuelvan obvios. Si no se trata la hipertensión, puede enfrentar complicaciones graves, incluso fatales.
Las complicaciones de la hipertensión incluyen:
Arterias dañadas
Las arterias sanas son flexibles y fuertes. La sangre fluye libremente y sin obstrucciones a través de arterias y vasos sanos. La hipertensión hace que las arterias sean más duras, más ajustadas y menos elásticas.
Las grasas de la dieta pueden depositarse en las arterias y restringir el flujo sanguíneo. Este daño puede provocar un aumento de la presión arterial y, finalmente, un ataque cardíaco, un aneurisma y un accidente cerebrovascular.
Corazón dañado
La hipertensión hace que tu corazón trabaje demasiado. El aumento de la presión en los vasos sanguíneos obliga a los músculos de su corazón a bombear con más frecuencia y con más fuerza de la que debería tener un corazón sano.
Esto puede causar un corazón agrandado. Un corazón agrandado aumenta su riesgo para lo siguiente:
- insuficiencia cardíaca
- arritmias
- muerte cardíaca súbita
- ataque al corazón