El error evolutivo que ahoga a millones de personas en su sueño cada noche. – este artículo proporciona una explicación evolutiva putativa. No estoy seguro de cuán ampliamente aceptado es, pero me parece razonable (un antropólogo evolutivo).
“Su causa podría ser simplemente la compensación que el cuerpo humano tiene para tener la capacidad de hablar en un lenguaje complejo. Un breve recorrido por los fósiles ilustra este punto. Si miraras la boca de un neandertal, podrías pensar que sus descendientes habrían sido los únicos en sobrevivir a largo plazo, considerando que sus mandíbulas eran más grandes y más fuertes que las nuestras. Además, con espacio extra en la boca, los neanderthales nunca experimentaron el dolor de las muelas del juicio impactadas. Homo sapiens difería de los neandertales al desarrollar una cara más plana, una mandíbula más pequeña y una lengua que desciende más profundo en la garganta que en cualquier otro mamífero. Con este nuevo hardware, los humanos fueron capaces de ir más allá de hacer simples gruñidos. Esos primeros y complicados sonidos pronunciados por Homo sapiens pronto se convirtieron en lenguaje.
Pero la posición de la lengua en la boca del Homo sapiens complica los actos de comer, beber y respirar. La comida podría literalmente ir por la tubería equivocada, un problema biológico exclusivo de los humanos modernos. Darwin señaló “el extraño hecho de que cada partícula de comida y bebida que tragamos tiene que pasar por el orificio de la tráquea con cierto riesgo de caer en los pulmones”. Los tejidos más largos del paladar blando en la parte posterior de la garganta hicieron posible para que la vía aérea se bloquee después de una exhalación de rutina, lo que podría iniciar el ciclo de la apnea del sueño. A mediados de la década de 1990, los investigadores en Japón encontraron que los cambios leves en el tamaño y la posición de la faringe en la parte posterior de la garganta aumentaron drásticamente la probabilidad de que alguien desarrolle un trastorno de la respiración durante el sueño. La forma del cuello y la mandíbula de una persona también puede ser un factor. Un cuello, lengua o amígdalas grandes, o una vía aérea angosta a menudo indican que una persona desarrollará apnea del sueño debido a la mayor posibilidad de que la respiración se bloquee durante la noche “.
