¿Se puede maximizar la felicidad y otras emociones al garantizar que nuestros cuerpos funcionen de manera óptima?

Sí, un cuerpo sano le permite a uno experimentar emociones tanto positivas como negativas de forma más completa. Nuestra salud se asemeja a una casa construida con un paquete de cartas: mueva una y todo comienza a desmoronarse, por lo que lograr ese equilibrio suele ser difícil. Sin embargo, es muy fácil validar su pregunta. Piensa en dos escenarios: todo lo demás en tu vida es el mismo en los días 1 y 2:
Día 1: se despertó después de 3 horas de sueño, se dirigió al trabajo, bebió x tazas de café, se murió de hambre hasta el final de la tarde, después de lo cual festejó todo lo empacado y procesado a la vista.
Día 2: durmió adecuadamente, comió 5-6 comidas pequeñas equidistantes que consisten principalmente en comidas recién hechas a base de plantas.
En ambos días, tuvo que lidiar con un jefe iracundo, un cónyuge exigente o un cliente difícil: ¿qué día cree que le iría mejor? Existen numerosos estudios realizados por personas como Michael Pollan, Kelly McGigigal y David Katz que indican que un cuerpo sano le permite a uno funcionar más eficientemente en situaciones de angustia y tentación. El estudio de la motivación y la felicidad a menudo menciona que la salud física tiene un gran impacto en la percepción y la experiencia de la felicidad.