“Tuve un sueño” es mejor que “ver” o “pensar”. Pero si realmente quieres personalizar esa experiencia, entonces “saw” es apto.
El oyente o el lector estarían más comprometidos con la descripción de los sueños que ves que con los sueños que tienes. Esto se debe a que vivimos en un mundo empírico y los sentidos tienen más sentimientos que sentimientos.