Si fuera mi elección, habríamos evolucionado para comer cantidades ilimitadas de comida mexicana aderezada con habaneros. Desafortunadamente, ese no es el caso e ignorar ese hecho puede producir algunos efectos indeseables en el back-end de la experiencia.
No puede haber “debería” con respecto a la evolución. La evolución sucede. Nadie, ninguna cosa y ningún dios pueden especificar qué evolución debería producir.
La evolución consiste en una mutación aleatoria seguida de selección natural. La evolución de la dirección va determinada por el ambiente que actúa sobre los monstruos esperanzados producidos por la mutación al azar. ¿Quién hubiera predicho que los dinosaurios evolucionarían en pájaros azules?