Porque las siestas son refrescantes
Además, a los niños les encanta tener siestas también. Simplemente les encanta estar despiertos aún más. Sus mentes son demasiado jóvenes para comprender que dormir es algo más que una gran pérdida de tiempo, teniendo en cuenta que pueden durar más de 12 horas sin tomar una siesta. Poco saben que cerca del final, físicamente no podrán quedarse dormidos porque ya han pasado el umbral.
Personalmente, sin embargo, odio las siestas. No me refrescan. Me hacen atontado e irritable. A mi cuerpo no le gusta despertarse una hora más o menos después de quedarse dormido.
