Una vez, cuando era un niño, tuve un sueño en el que caminaba junto a un verdugo. Subí unos escalones hasta una plataforma, me arrodillé, puse mi cabeza en el bloque y WHAM, la guillotina bajó y me cortó la cabeza. El sonido me despertó lo suficiente como para darme cuenta de que el sonido provenía del televisor de la habitación contigua. Durante muchos años me pregunté cómo mi sueño tenía una historia de fondo que explicaba el sonido.
Más tarde estudié neurociencia, y aprendí que la información sensorial sigue una ruta tortuosa a través de diferentes partes del cerebro, incluyendo una región donde se combinan diferentes tipos de información y se comparan con la experiencia previa para formar una interpretación rápida (expectativa) de lo que es pasando. Solo ENTONCES se envía esta interpretación a la corteza frontal, el asiento de la conciencia.
Entonces, la respuesta corta es que, para cuando estás consciente del sonido, otras partes de tu cerebro ya han inventado una historia para explicarlo.