Podrías probar algo que he hecho de vez en cuando, cuando preparar una taza de té parecía demasiado problema. Este método asegura que obtienes toda la cafeína posible de las hojas de té.
Tenga cuidado de que nadie le vea hacer esto, puede que lo encuentre perturbador. Toma una cucharada del té en polvo, ponla en tu boca y bebe un poco de agua para lavarla.
Obtienes la dosis completa de cafeína de esa manera. Hubo un tiempo en que uno de mis hijos se sorprendió al verme hacer esto cuando pensé que estaba solo.
Traté de explicar la lógica del proceso, diciéndole que todavía era té, solo estaba ahorrando unos pocos pasos en el proceso del trabajo, preparándolo en mi estómago, obteniendo el máximo beneficio de la hierba, incluida la fibra. Su mirada de disgusto permaneció.
Él reaccionó como si hubiera descubierto un secreto muy oscuro sobre mí. El “té de estómago” no era aceptable en lo que a él respectaba. Esta actitud puede ser generalizada, así que pruébalo cuando tengas privacidad.
