¿Cómo afecta la depresión a la presión arterial?

No necesita medir su presión arterial para saber que una discusión acalorada o una caminata por un callejón oscuro pueden enviar esa presión al alza. Tu corazón palpitante y tu cara enrojecida lo dicen todo. El estrés puede aumentar temporalmente la presión arterial: por ejemplo, algunas personas tienen aumentos de la presión arterial a corto plazo cuando visitan un consultorio médico. Afortunadamente, estos picos de presión suelen ser demasiado fugaces para amenazar su salud. Pero cuando la confusión emocional se convierte en una forma de vida, su presión arterial puede tomar un ascenso peligroso a largo plazo. Los investigadores de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) proporcionan evidencia de que la depresión y la ansiedad severa pueden aumentar los riesgos de una persona de desarrollar hipertensión. Cuando los investigadores verificaron la presión arterial y los registros médicos de los sujetos entre siete y 16 años más tarde, detectaron una tendencia notable: las personas que sufrían de depresión severa o ansiedad al comienzo del estudio eran dos o tres veces más propensas que las otras a desarrollar hipertensión Los investigadores hicieron ajustes para fumar, edad, antecedentes de enfermedad cardíaca y otros factores para llegar a los resultados. Por primera vez, los investigadores pudieron ver que la depresión y la hipertensión, dos de las afecciones más generalizadas y costosas en Estados Unidos, estaban íntimamente relacionadas. Desde entonces, otras investigaciones han encontrado conexiones entre la hipertensión y la angustia psicológica. Su cuerpo produce un aumento de hormonas cuando se encuentra en una situación estresante. Estas hormonas aumentan temporalmente su presión sanguínea al hacer que su corazón lata más rápido y que sus vasos sanguíneos se estrechen. No hay pruebas de que el estrés en sí mismo cause presión arterial alta a largo plazo. Es posible que otros comportamientos relacionados con el estrés, como comer en exceso, beber alcohol y tener malos hábitos de sueño, causen hipertensión. Sin embargo, los picos a corto plazo relacionados con el estrés en la presión arterial que se acumulan con el tiempo pueden ponerlo en riesgo de desarrollar presión arterial alta a largo plazo. Es posible que las afecciones de salud relacionadas con el estrés, como la ansiedad, la depresión y el aislamiento de amigos y familiares, puedan estar relacionadas con enfermedades del corazón, pero no hay evidencia de que estén relacionadas con la presión arterial alta. En cambio, es posible que las hormonas producidas cuando estás estresado emocionalmente puedan dañar tus arterias y causar enfermedades cardíacas. También puede ser que estar deprimido puede causar un comportamiento autodestructivo, como dejar de tomar sus medicamentos para controlar la presión arterial alta u otras afecciones cardíacas.